AFECCIONES QUE PRODUCEN ALOPECIA
La pérdida de pelo puede deberse a diversos factores, tales como: genéticos, stress, traumáticos, quemaduras, enfermedades autoinmunes, alteraciones endocrinas, nutricionales, procesos infecciosos, fármacos y tóxicos, entre otros.
Es una alteración del ciclo piloso normal que produce una caída del cabello llamativa que se considera un proceso agudo si dura hasta 6 meses y crónico si se prolonga más.
Es muy frecuente en mujeres jóvenes pero puede ocurrir en varones y pacientes mayores. El tallo del pelo en telógeno ya no está anclado al tejido con la firmeza del anágeno y se puede desprender con una suave tracción durante el lavado o el peinado. La caída de pelo telógeno es el patrón de reacción a una variedad de estímulos físicos o mentales estresantes. Las causas pueden ser endocrinas, postparto, deficiencias nutricionales, fármacos, anemia, cirugía, infecciones.
Cuando la causa es tratable por ejemplo déficit de hierro es importante corregirla para que el efluvio mejore. Lo mismo con deficiencias de vitaminas, oligoelementos, ácidos grasos esenciales y proteínas.
El cuadro puede ser reversible aunque requiere una detección correcta de las causas que lo producen y su corrección sostenida en el tiempo. No conduce a una calvicie por sí sola, siempre que el paciente no tenga alopecia androgénica al mismo tiempo, pero recuperar un buen volumen de cabello puede tardar varios meses.
El diagnóstico se realiza mediante el interrogatorio y examen fisico ademas de la tricoscopia digital y exámenes de laboratorio.
TRATAMIENTO
La primer medida sería detectar la alteración que lo produce y corregirla.
La caída se frenará progresivamente, notando cada vez menos pérdida de pelo. Después comenzará una fase de recrecimiento con pelo fino corto que, poco a poco, se engrosará hasta recuperar la longitud y el tallo habitual. Todo este proceso es muy lento y puede durar hasta 12 meses, no hay que alarmarse si no se nota mejoría antes.
El tratamiento más específico del efluvio telógeno se recomienda cuando:
- La causa no se puede eliminar o va a estar presente mucho tiempo y hay riesgo de que el efluvio se convierta en un proceso crónico (de varios meses de duración).
- Queremos favorecer la fase de recrecimiento y preparar el folículo piloso para que regenere el cabello correctamente.
- Se detecta una alteración analítica que necesita un suplemento o fármaco.
En todos los casos se recomienda el lavado frecuente del cabello con un shampoo especial (un mínimo de 3-4 veces a la semana), para eliminar todo el pelo maduro que va a caer tarde o temprano. Al contrario de la creencia general, esta medida acortará la fase de caída y acelerará la llegada de la fase de recrecimiento.
La alopecia androgénica es la forma más frecuente de alopecia en los varones, afectando a más de un 60% de los hombres a lo largo de su vida.La causa de la alopecia androgénica es genética y hormonal. En los hombres que comienzan con alopecia androgénica suelen existir antecedentes familiares directos, aunque su ausencia no excluye que pueda aparecer este tipo de alopecia. En la alopecia androgénica masculina, los folículos pilosos de la zona frontal, superior y coronilla son más sensibles a la acción de los andrógenos (hormonas masculinas). Los andrógenos inducen una miniaturización de los folículos (es decir, se van haciendo finos) y si no se instaura tratamiento desaparecerán. Este tipo de alopecia suele comenzar alrededor de los 20-25 años o en edades más tempranas.
CLÍNICA Y EVOLUCIÓN
La clínica característica de los hombres con alopecia androgénica es la pérdida de densidad capilar (es decir, que “clarea” el cuero cabelludo). Las zonas más frecuentemente afectadas son la región frontal (entradas) y la coronilla. No obstante, hay pacientes que presentan una pérdida difusa a lo largo de toda la región superior del cuero cabelludo. En fases iniciales, muchos pacientes notan esta pérdida de densidad con el pelo mojado o cuando se miran con un foco de luz intenso.
Existen 7 grados de alopecia androgénica según la escala Norwood (1 el más leve y 7 el más avanzado). No todos los pacientes con alopecia androgénica llegarán al grado más avanzado de calvicie, aunque si no se instaura tratamiento lo habitual es que el curso de la alopecia androgénica sea lentamente progresivo.
TRATAMIENTO
El tratamiento precoz y continuo en los estadios iniciales y en los pacientes trasplantados continuar el tratamiento de las unidades foliculares no implantadas logran obtener la mejor versión capilar personal.
El tratamiento médico logra revertir la pérdida progresiva de pelo aumentado el grosor y el número de pelos en fase de crecimiento, y en consecuencia la densidad capilar por centímetro cuadrado.
Al ser la alopecia un proceso crónico (va a ir avanzando a lo largo de la vida) el tratamiento médico también tiene que ser continuo, esto es en el momento que lo dejes librado al azar, el pelo recuperado se perdería progresivamente.
La estrategia habitualmente utilizada es realizar un tratamiento más intensivo al inicio del tratamiento (primeros 2 años), ya que el efecto de las terapias no comienza a apreciarse hasta los 6 meses, siendo máximo a los 12-18 meses. A partir de entonces, la frecuencia e intensidad de los tratamientos puede disminuirse para hacerlos más cómodos y sostenibles a largo plazo. La multitud de opciones de tratamiento disponibles a día de hoy nos permite realizar cambios que se ajusten a las necesidades del paciente y de su alopecia en cada momento.
El microimplante capilar se encarga de repoblar tus zonas sin pelo, pero las zonas con pelo nativo pueden seguir cayéndose, siendo posible que te quedes solo con la zona implantada. Debido a este proceso, si se implantó para dar densidad a una zona intermedia donde tenías pelo nativo, tras la caída de parte del propio pelo nativo, puedes notar disminución de la densidad. Por tanto, debes saber que ambos tratamientos (médico y quirúrgico) son complementarios, y en la mayoría de los casos deben ir de la mano para obtener el mejor resultado posible y una cobertura homogénea.
El microimplante capilar es un tratamiento quirúrgico mínimamente invasivo que puede utilizarse como complemento al tratamiento médico para mejorar de forma muy significativa la densidad capilar en las áreas donde se ha perdido. Con la técnica actual, el resultado es totalmente natural. La recuperación suele ser completa a los 7-8 días de la intervención. El crecimiento de pelo después del trasplante capilar comienza a observarse a partir de los 6 meses de la cirugía, siendo máximo a los 12 meses tras la intervención.
La alopecia androgénica es una de la formas más frecuente de alopecia, y se estima que puede afectar a más del el 25% de las mujeres a lo largo de su vida.
CAUSAS
La alopecia androgénica femenina es de causa genética y multifactorial, en la que actúan mecanismos tanto andrógeno-dependientes como independientes de los mismos. Si se empieza a manifestar antes de la menopausia se denomina precoz, y si se manifiesta tras la menopausia se denomina tardía. Si empieza a manifestarse antes de la menopausia, se hará más evidente tras la misma, por el efecto de la disminución de estrógenos característica de esta etapa. Puede iniciarse a partir de los 8 años, coincidiendo con la adrenarquia, o sea, el comienzo de la producción hormonal de las glándulas suprarrenales.
En ambas puede haber, o no, un aumento de las hormonas sexuales masculinas (o andrógenos). Los andrógenos inducen una miniaturización de los folículos (es decir, se van haciendo progresivamente más finos) y si no se instaura tratamiento se convierten en vello. Es frecuente que existan antecedentes familiares directos afectados, aunque su ausencia no excluye que pueda aparecer este tipo de alopecia.
En la mujer, la alopecia puede estar asociada con enfermedades concomitantes, como déficits vitamínicos y de hierro, anorexia nerviosa o regímenes hipocalóricos, trastornos hormonales (como el síndrome de los ovarios poliquísticos, síndrome HAIRAN, hiperplasia suprarrenal congénita, tumores suprarrenales u ováricos), etc. Para su estudio es fundamental descartar todas estas causas.
CLÍNICA Y EVOLUCIÓN
La clínica característica de las mujeres con alopecia androgénica es la pérdida de densidad capilar (es decir, que “clarea” el cuero cabelludo). Las zonas más frecuentemente afectadas son la región frontal central y parietal, con un “ensanchamiento” progresivo de la raya media del cabello, conservando la línea de nacimiento capilar. Con el tiempo puede haber una pérdida difusa a lo largo de toda la región superior del cuero cabelludo.
Existen 3 grados de alopecia androgénica femenina según la escala de Ludwig y Olsen (1 el más leve y 3 el más avanzado) ó 5 grados en la escala de Ebling para la alopecia androgénica femenina con patrón masculino. No todas las pacientes con alopecia androgénica llegarán al grado más avanzado de calvicie, aunque si no se instaura tratamiento lo habitual es que el curso de la alopecia androgénica sea lentamente progresivo, especialmente durante la juventud.
TRATAMIENTO
El objetivo del tratamiento de la alopecia androgénica es en primer lugar frenar el avance de la alopecia. A día de hoy no existe un tratamiento curativo frente a la alopecia androgénica, es decir, las terapias disponibles deben mantenerse a largo plazo para conseguir mantener los resultados y evitar en la medida de lo posible la progresión de la misma.
No es necesario mantener estos tratamientos “de por vida”, pero cuanto más tiempo se utilicen, mejor será el resultado. Si se suspenden, la paciente notará progresivamente que se pierde parte de la mejoría obtenida a lo largo del tiempo. Se suelen realizar esquemas de tratamiento combinados y pautas flexibles para que el tratamiento sea sostenible y así la paciente pueda mantenerlo, beneficiándose del mismo durante mucho tiempo.
La estrategia habitualmente utilizada es realizar un tratamiento más intensivo al inicio del mismo (primeros 2 años), ya que el efecto de las terapias no comienza a apreciarse hasta los 6 meses, siendo máximo a los 12-18 meses. A partir de entonces, la frecuencia e intensidad de los tratamientos disminuye para hacerlos más cómodos y sostenibles a largo plazo. La multitud de opciones de tratamiento disponibles a día de hoy nos permite realizar cambios que se ajusten a las necesidades del paciente y de su alopecia en cada momento. La mejoría obtenida va a consistir en un aumento de la densidad capilar y engrosamiento del cabello fino existente, en algunos casos muy significativa. Para el seguimiento de la alopecia androgénica es fundamental una correcta monitorización digital con fotografías estandarizadas, para poder valorar a medio-largo plazo la evolución y respuesta terapéutica a los tratamientos.
En función de los análisis de laboratorio u otra patología coexistente se realiza el tratamiento complementario.
La alopecia areata es una forma de alopecia no cicatricial de origen autoinmune. Suele aparecer en dos momentos de la vida: la infancia y los adultos jóvenes, aunque puede iniciarse en cualquier momento, tanto en mujeres como en hombres En general la inflamación no afecta el área de las células madre por lo tanto no provoca la caída permanente del cabello.
CLÍNICA Y EVOLUCIÓN
Existen muchas formas de alopecia areata. La forma más frecuente es la aparición de áreas sin pelo ovaladas en el cuero cabelludo de forma aislada o poco numerosas (1-5). Cuando el número de placas es muy numeroso podemos decir que la alopecia areata es multifocal. Las formas más graves de alopecia areata producen una pérdida del cabello generalizada, incluso llegando a perder todo el pelo del cuero cabelludo (alopecia areata total). En ocasiones también se puede perder el vello de las cejas, las pestañas y del cuerpo (alopecia areata universal). La evolución de la alopecia areata es imprevisible, puede durar unos pocos meses o muchos años. Si la enfermedad está controlada el pelo comenzará a crecer en forma de vello fino que se detecta microscópicamente antes que a simple vista.
La alopecia frontal fibrosante es una forma de alopecia cada vez más frecuente y que se caracteriza por retroceso lento del nacimiento del pelo frontotemporal y pérdida de las cejas. Suele afectar a mujeres a partir de la menopausia, aunque cada vez son más frecuentes los casos en mujeres pre-menopáusicas y en hombres.
Es un tipo de alopecia cicatricial de origen autoinmune que suele afectar a mujeres y hombres adultos/ancianos. Suele producir áreas de alopecias focales, en “pisadas de nieve”, que pueden confluir formando zonas más amplias. Muchos pacientes presentan además picor e incluso dolor en el cuero cabelludo El diagnóstico se sospecha clínicamente y mediante tricoscopia digital y suele confirmarse mediante biopsia cutánea. Se recomienda hacer además un estudio analítico autoinmune.
Es un tipo de alopecia cicatricial de origen autoinmune que suele afectar a mujeres adultas y ancianas. Clínicamente suele caracterizarse por el desarrollo de zonas de alopecia focal en el cuero cabelludo, con enrojecimiento sobre la zona. Muchas pacientes presentan además picor o dolor del cuero cabelludo, y algunas pueden presentar fotosensibilidad. El diagnóstico se sospecha clínicamente y mediante el tricoscopio digital, y suele confirmarse por biopsia cutánea. Será necesario hacer un estudio analítico autoinmune.